Feliz 2008

¿Cómo van esas resacas, chicos?

Espero que mejor que la mía, me duele todo el cuerpo...

Sólo quería desearos que 2008 sea mejor o tan bueno como 2007, y que la suerte os acompañe.

Espero también volver a veros (al menos a alguno) en este nuevo año, ya que una de las espinas clavadas que tengo de 2007 es el no haberos conocido mejor a algunos en Dublin, uno de los grandes acontecimientos de mi año pasado, que ya terminó, y con él aquellas tardes otoñales en las que discutíamos lo que íbamos a hacer. También los paseos con el dedo índice por los cuadros de la National Gallery con Susana y Carlos, las persecuciones del autobús a la hora de la cena y los cafés del Amnistía de Fleet Street, o también los violines de aquellos hombres en las aceras de Temple Bar, por dónde tantas noches pasamos, las gentes apuradas que a veces paran y miran en las alturas el pico del Spire, sorprendiéndose todavía, pese a verlo todos los días de su vida. Acabaron los paseos en busca de camisetas y el sabor extraño de la espuma de la cerveza negra. Nos fuimos y todo quedó como esperándonos, como si la vida parase cuando nos tocó volver a dónde todo nos parecía ya viejo e inmóvil.

Por eso ahora, mientras escucho el sonido de la lluvia gallega de fondo, que podría ambientar, perfectamente, algún pasaje del Ulises de Joyce, sé que una pequeñísima parte de mí quedó definitivamente en Dublin (tópico indiscutible, pero cierto), porque pasar aquellos días con vosotros fue vivir unas semanas con días intensos y pasados perdidos que ya parecen parte de una peli.

Sé que volveré, y no sólo para pasármelo bien, o beber pintas o escribir, o a lo que sea que decida dedicar mi tiempo cuando regrese.

Pero también sé que ya ninguno de los regresos, ninguna de las vidas futuras en Dublin será como esta vez de conquista de tierra quemada, de locura, novedad y libertinaje.

Feliz 2008 a todos!!!!!! (Necesito algo para el dolor de espalda)